Te espero al otro lado del puente antes de que den las doce. El pueblo estará dormido en lo alto de la torre -Cigüeña de cal al aire negro de la media noche-. mientras que el arroyo turbio adornado de faroles será novio de una adelfa
Eso de hablarnos de usté aunque estemos los dos solos, y que de usté a mí me digas, y yo de usté a ti te hable, tiene una gracia..., es tan nuevo, que rompe todos los moldes del 'tú por tú', tan gastado entre gente que se quiere.
¿Me quieres, amor, me quieres? ¡Sí, para toda la vida!...
y era yo quien preguntaba, siempre soñando una espina, siempre rondando una duda, siempre imaginando heridas. “¿Me quieres, amor, me quieres?” ¡Sí, para toda la vida!...