Pulso de amor, de Rafael de León | Poema

    Poema en español
    Pulso de amor

    Iba convaleciente 
    de una herida de amor en el costado; 
    iba casi inconsciente 
    cuando te vi a mi lado 
    y hasta el pulso por ti se me ha parado... 

    Buscaba mi cintura 
    un brazo que de noche la ciñera, 
    ansiaba con locura, 
    un labio que se uniera 
    a mi boca cansada por la espera... 

    Buscaba un hombro amigo 
    en dónde reposar la madrugada 
    y un tibio olor a trigo, 
    una mano apretada 
    y el divino calor de una mirada. 

    Estaba tan vacía, 
    tan harta de soñar y tan sin sueño, 
    tan lejana y tan fría, 
    tan libre y tan sin dueño, 
    que tan sólo morir era mi empeño... 

    Por lo cual, asombrada, 
    me quedé contemplando al mediodía 
    tu figura delgada, 
    tu süave armonía 
    y tu casi perfecta geometría. 

    Alegres nos miramos 
    en la tarde morada de violetas 
    y después caminamos 
    por plazas recoletas 
    salpicadas de rejas y macetas. 

    Y de noche temblando, 
    perdida entre la niebla de tu viento, 
    me bebí suspirando 
    la menta de tu aliento, 
    en un beso apretado, dulce y lento... 

    ¡Qué espesa la saliva!... 
    ¡Qué lejano el rüido de la calle!... 
    Y el labio cómo iba 
    -mariposa en el valle 
    de la espalda- ...buscando el fino talle... 

    Se desbocó en mi frente 
    el pulso como un perro malherido 
    y paralelamente, 
    te sentí, en un gemido, 
    doblarte en mi garganta sin rüido. 

    Y después... la almohada, 
    pesarosa del rizo y la postura 
    y la sábana helada, 
    -mortaja de blancura- 
    plisándose sin voz a mi cintura.