Te espero al otro lado del puente
antes de que den las doce.
El pueblo estará dormido
en lo alto de la torre
-Cigüeña de cal al aire
negro de la media noche-.
mientras que el arroyo turbio
adornado de faroles
será novio de una adelfa
cargada de maldiciones.
¡Amor, tú debes venir
antes de que den las doce!
Llevo dentro de la sangre
un potro de aceite y cobre
que se encabrita sin bridas
cada vez que oye tu nombre,
y se desboca en espuma
de sábanas y entredoses.
¡Ay, amor, amor oscuro...
antes de que den las doce!
Que no te sienta ni el miedo
que acecha en tus corredores;
ponte sandalias de nieve;
y ven en un padrenuestro
atravesando la noche,
el puente de mis suspiros
antes de que den las doce.
¡Ay, amor, mi amor oscuro!
¡Ay, amor de mis amores!
Los señores del casino
dormirán en sus sillones
con las cadenas de oro
terciadas sobre su abdomen.
Se habrá callado el piano
de la señora de Ponce,
en el acorde final
del estudio de Beethoven...
Y solo, yo, velaré
como un soldado de bronce,
centinela sin alerta
en el cuartel de la noche.
¡Amor que vas a venir
antes de que den las doce!