Mariposa nocturna, de Rosa Chacel | Poema

    Poema en español
    Mariposa nocturna

    ¿Quién podría abrazarte, diosa oscura, 
    quién osaría acariciar tu cuerpo 
    o respirar el aire de la noche 
    por entre el pelo pardo de tu cara?… 

    ¡Ah!, ¿quién te enlazaría cuando pasas 
    sobre la frente como un soplo y zumba 
    la estancia sacudida por tu vuelo 
    y quién podría ¡sin morir! sentirte 
    temblar sobre los labios detenida 
    o reír en la sombra, descubierto, 
    cuando tu manto azota las paredes?… 

    ¿Por qué venir a la mansión del hombre 
    si no se es de su carne ni se tiene 
    voz ni se puede comprender los muros? 

    ¿Por qué traer la ciega noche extensa 
    que no cabe en el cáliz de los límites… 

    Desde el tácito aliento de la sombra 
    que la floresta tiende en las vertientes 
    -quebrada roca, imprevisible musgo-, 

    desde troncos o lazos de lianas, 
    desde la voz lasciva del silencio 
    vienen los ojos de tus alas lentas. 

    Da la datura su canción nocturna 
    que trasciende al compás que va la hiedra 
    ascendiendo hacia el talle de los árboles 
    cuando el crótalo arrastra sus anillos 
    y leves voces laten en gargantas 
    entre el cieno que nutre al lirio blanco 
    mirado por la noche intensamente… 

    Sobre montes velludos, sobre playas 
    donde las olas blancas se deshojan 
    la soledad tendida está a tu vuelo… 

    ¿Por qué traes a la alcoba, 
    a la ventana abierta, confiada, el terror?