Vidrio de una ventana entreabierta de julio Hasta mí que tendido descanso con cansancio feliz de sucesivos tiempos y espacios llega el verano su soplo vital cálido... Vidrio en el que ahora contemplo reflejadas las casas fronteras unos árboles los de esta ciudad mía al regreso de otras y otras y otros paisajes fríos yermos ajenos Unas casas fronteras unas ventanas sobre el cristal de ésta abierta que me devuelve parte de mi ciudad ¿La mía? La mía imaginada recordada resuelta ahora en blando reflejo en deseo y en sueño de lo que pudo ser de lo que no es de lo que me absorbe la mirada la esperanza tan breve (Gracias memoria mía de lo malo aún ya trémula.) Cansancio julio aquí tendido calor nada nada más que un reflejo equívoco un deslumbre frágil de sol un poco de ilusión allá enfrente Sólo un cristal la vida.
¡Qué profundo es mi sueño! ¡Qué profundo y qué claro, qué transparente es, ahora, el universo! Si pensando en ti, siempre, si, soñado contigo, me desvelo, y te miro por dentro, con mis ojos, si te miro por dentro...
¿De dónde llegas tú, ilusión de un día porvenir, tú, esperanza de un pasado nunca cumplido, pero que yo ahora evoco entre marchitas profecías o anticipo en nostalgia? De recuerdos y paciencias me nutro. Los ayeres y los mañanas dóciles acuden