Es una daga esto que veo ante mí , de William Shakespeare | Poema

    Poema en español
    Es una daga esto que veo ante mí

    Macbeth: 

    ¿Es una daga esto que veo ante mí 
    Con la empuñadura hacia mi mano? Ven, déjame tomarte. 
    No te tengo, y aún así te estoy viendo. 
    Visión fatal, ¿acaso no eres tan perceptible 
    Al tacto como a la vista? ¿O no eres más que 
    Una daga del sueño, una falsa invención 
    Producto de la mente febril? 
    Te veo, de forma tan palpable 
    Como ésta que ahora desenvaino. 
    Tú me señalaste el camino a seguir 
    Y qué instrumento habría de usar. 
    Son mis ojos la burla de los otros sentidos 
    O por sí solos valen más que todos el resto. Te veo, 
    Y en tu hoja y tu mango hay gotas de sangre 
    Que antes no estaban. No, no hay tal cosa: 
    Es el sangriento crimen que así habla 
    A mis ojos. Ahora en una mitad del mundo 
    la Naturaleza simula estar muerta y los sueños infames 
    Ultrajan al durmiente, la hechicería rinde culto  
    A la Pálida Hécate y el homicidio, 
    Custodiado por el lobo, su centinela, 
    Cuyo aullido es su alerta, avanza con el andar sigiloso 
    De un Tarquino hacia su víctima, 
    Moviéndose como un fantasma. Tierra firme y sólida, 
    Silencia mis pasos donde quiera que vayan, no sea que 
    Tus piedras denuncien mi paradero 
    Y arrebaten al tiempo el presente horror 
    Que ahora le cabe. Y mientras yo amenazo, él vive: 
    Las palabras enfrían con su aliento el calor de los actos. 

    (Suena una campana) 

    Voy, y está hecho; la campana me invita. 
    No la oigas, Duncan. Es un tañido 
    Que te llama al cielo o al infierno.

    Is this a dagger which I see before me

    Macbeth:
     
    Is this a dagger which I see before me,
    The handle toward my hand? Come, let me clutch thee.
    I have thee not, and yet I see thee still.
    Art thou not, fatal vision, sensible
    To feeling as to sight? or art thou but
    A dagger of the mind, a false creation,
    Proceeding from the heat-oppressed brain?
    I see thee yet, in form as palpable
    As this which now I draw.
    Thou marshall’st me the way that I was going;
    And such an instrument I was to use.
    Mine eyes are made the fools o’ the other senses,
    Or else worth all the rest; I see thee still,
    And on thy blade and dudgeon gouts of blood,
    Which was not so before. There’s no such thing:
    It is the bloody business which informs
    Thus to mine eyes. Now o’er the one halfworld
    Nature seems dead, and wicked dreams abuse
    The curtain’d sleep; witchcraft celebrates
    Pale Hecate’s offerings, and wither’d murder,
    Alarum’d by his sentinel, the wolf,
    Whose howl’s his watch, thus with his stealthy pace.
    With Tarquin’s ravishing strides, towards his design
    Moves like a ghost. Thou sure and firm-set earth,
    Hear not my steps, which way they walk, for fear
    Thy very stones prate of my whereabout,
    And take the present horror from the time,
    Which now suits with it. Whiles I threat, he lives:
    Words to the heat of deeds too cold breath gives.


    (A BELL RINGS)


    I go, and it is done; the bell invites me.
    Hear it not, Duncan; for it is a knell
    That summons thee to heaven or to hell.

    William Shakespeare fue un dramaturgo y poeta inglés, considerado uno de los más grandes escritores de todos los tiempos. Hijo de un comerciante de lanas, se casó muy joven con una mujer mayor que él, Anne Hathaway. Se trasladó a Londres, donde adquirió fama y popularidad en su trabajo, primero bajo la protección del conde de Southampton, y más adelante en la compañía de teatro de la que él mismo fue copropietario, Lord Chamberlain's Men, que más tarde se llamó King's Men, cuando Jacobo I la tomó bajo su mecenazgo. Su obra es un compendio de los sentimientos, el dolor y las ambiciones del alma humana, donde destaca la fantasía y el sentido poético de sus comedias, y el detalle realista y el tratamiento de los personajes en sus grandes tragedias. De entre sus títulos destacan Hamlet, Romeo y Julieta, Otelo, El rey Lear, El sueño de una noche de verano, Antonio y Cleopatra, Julio César y La tempestad. Shakespeare ocupa una posición única en el mundo, pues sus obras siguen siendo leídas e interpretadas en todo el mundo.