Date a volar, de Alfonsina Storni | Poema

    Poema en español
    Date a volar

    Anda, date a volar, hazte una abeja, 
    en el jardín florecen amapolas, 
    y el néctar fino colma las corolas; 
    mañana el alma tuya estará vieja. 

    Anda, suelta a volar, hazte paloma, 
    recorre el bosque y picotea granos, 
    come migajas en distintas manos 
    la pulpa muerde de fragante poma. 

    Anda, date a volar, sé golondrina, 
    busca la playa de los soles de oro, 
    gusta la primavera y su tesoro, 
    la primavera es única y divina. 

    Mueres de sed: no he de oprimirte tanto... 
    anda, camina por el mundo, sabe; 
    dispuesta sobre el mar está tu nave: 
    date a bogar hacia el mejor encanto. 

    Corre, camina más, es poco aquéllo...
    aún quedan cosas que tu mano anhela, 
    corre, camina, gira, sube y vuela: 
    gústalo todo porque todo es bello. 

    Echa a volar... mi amor no te detiene, 
    ¡cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo! 
    Llore mi vida... el corazón se apene... 
    date a volar, Amor, yo te comprendo. 

    Callada el alma... el corazón partido, 
    suelto tus alas... ve... pero te espero. 
    ¿Cómo traerás el corazón, viajero? 
    Tendré piedad de un corazón vencido. 

    Para que tanta sed bebiendo cures 
    hay numerosas sendas para ti... 
    pero se hace la noche; no te apures... 
    todas traen a mí...

    Alfonsina Storni (Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) es una de las más grandes poetas del continente sudamericano. Nacida en Suiza, vivió desde muy niña en Argentina, donde murió arrojándose al mar. Dotada de una exquisita sensibilidad y de un temperamento depresivo, plasmó en su poesía la intensa lucha interior, librada a lo largo de su vida, entre el ideal de justicia y nobleza que, a su entender, debía regir la vida de los seres humanos, y la realidad mediocre y poco grata que la rodeaba. Seriamente preocupada por las desigualdades sociales, su talante marcadamente rebelde asoma en sus primeros libros de poemas: La inquietud del rosal (1916), El dulce año (1918) e Irremediablemente (1919). Ocre (1925), poemario considerado su obra maestra en opinión de la crítica especializada, y que gira en torno al sentimiento de fracaso ante el amor y la vida, inicia su segunda etapa poética, caracterizada por el abandono de las formas poéticas modernistas y el acercamiento a una estética basada en el uso de elementos simbólicos: El mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938). Menos musical, y acaso menos intimista, marcada por la voluntad reflexiva y por el impacto de las nuevas vanguardias, la última etapa poética de Alfonsina Storni es una muestra de una inquietud creativa que busca renovarse constantemente. Poesía de una intensa humanidad, está siempre presente en ella el indignado sentir de la autora frente a la injusta situación de la mujer en una sociedad regida por hombres.