Golondrinas, de Alfonsina Storni | Poema

    Poema en español
    Golondrinas

    Las dulces mensajeras de la tristeza son... 
    son avecillas negras, negras como la noche. 
    ¡Negras como el dolor! 

    ¡Las dulces golondrinas que en invierno se van 
    y que dejan el nido abandonado y solo 
    para cruzar el mar! 

    Cada vez que las veo siento un frío sutil... 
    ¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas 
    amantes de abril! 

    ¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar 
    como los emigrantes, a las tierras extrañas, 
    la migaja de pan! 

    ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! 
    ¡Venid primaverales, con las alas de luto 
    llegaos hasta mí! 

    Sostenedme en las alas... sostenedme y cruzad 
    de un volido tan sólo, eterno y más eterno 
    la inmensidad del mar... 

    ¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?... 
    ¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera, 
    la fuente del amor?... 

    ¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis! 
    Yo soy una bohemia, una pobre bohemia 
    ¡Llevadme donde vais! 

    ¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis, 
    que tengo el alma enferma porque no puedo irme 
    volando yo también? 

    ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! 
    ¡Venid primaverales! ¡Con las alas de luto 
    llegaos hasta mí! 

    ¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!... 
    ¡Qué lástima, pequeñas, que no tengáis las alas 
    tejidas en azul!

    Alfonsina Storni (Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) es una de las más grandes poetas del continente sudamericano. Nacida en Suiza, vivió desde muy niña en Argentina, donde murió arrojándose al mar. Dotada de una exquisita sensibilidad y de un temperamento depresivo, plasmó en su poesía la intensa lucha interior, librada a lo largo de su vida, entre el ideal de justicia y nobleza que, a su entender, debía regir la vida de los seres humanos, y la realidad mediocre y poco grata que la rodeaba. Seriamente preocupada por las desigualdades sociales, su talante marcadamente rebelde asoma en sus primeros libros de poemas: La inquietud del rosal (1916), El dulce año (1918) e Irremediablemente (1919). Ocre (1925), poemario considerado su obra maestra en opinión de la crítica especializada, y que gira en torno al sentimiento de fracaso ante el amor y la vida, inicia su segunda etapa poética, caracterizada por el abandono de las formas poéticas modernistas y el acercamiento a una estética basada en el uso de elementos simbólicos: El mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938). Menos musical, y acaso menos intimista, marcada por la voluntad reflexiva y por el impacto de las nuevas vanguardias, la última etapa poética de Alfonsina Storni es una muestra de una inquietud creativa que busca renovarse constantemente. Poesía de una intensa humanidad, está siempre presente en ella el indignado sentir de la autora frente a la injusta situación de la mujer en una sociedad regida por hombres.