Tú me quieres blanca, de Alfonsina Storni | Poema

    Poema en español
    Tú me quieres blanca

    Tú me quieres alba, 
    me quieres de espumas, 
    me quieres de nácar. 
    Que sea azucena 
    Sobre todas, casta. 
    De perfume tenue. 
    Corola cerrada . 

    Ni un rayo de luna 
    filtrado me haya. 
    Ni una margarita 
    se diga mi hermana. 
    Tú me quieres nívea, 
    tú me quieres blanca, 
    tú me quieres alba. 

    Tú que hubiste todas 
    las copas a mano, 
    de frutos y mieles 
    los labios morados. 
    Tú que en el banquete 
    cubierto de pámpanos 
    dejaste las carnes 
    festejando a Baco. 
    Tú que en los jardines 
    negros del Engaño 
    vestido de rojo 
    corriste al Estrago. 

    Tú que el esqueleto 
    conservas intacto 
    no sé todavía 
    por cuáles milagros, 
    me pretendes blanca 
    (Dios te lo perdone), 
    me pretendes casta 
    (Dios te lo perdone), 
    ¡me pretendes alba! 

    Huye hacia los bosques, 
    vete a la montaña; 
    límpiate la boca; 
    vive en las cabañas; 
    toca con las manos 
    la tierra mojada; 
    alimenta el cuerpo 
    con raíz amarga; 
    bebe de las rocas; 
    duerme sobre escarcha; 
    renueva tejidos 
    con salitre y agua: 

    Habla con los pájaros 
    y lévate al alba. 
    Y cuando las carnes 
    te sean tornadas, 
    y cuando hayas puesto 
    en ellas el alma 
    que por las alcobas 
    se quedó enredada, 
    entonces, buen hombre, 
    preténdeme blanca, 
    preténdeme nívea, 
    preténdeme casta.

    Alfonsina Storni (Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) es una de las más grandes poetas del continente sudamericano. Nacida en Suiza, vivió desde muy niña en Argentina, donde murió arrojándose al mar. Dotada de una exquisita sensibilidad y de un temperamento depresivo, plasmó en su poesía la intensa lucha interior, librada a lo largo de su vida, entre el ideal de justicia y nobleza que, a su entender, debía regir la vida de los seres humanos, y la realidad mediocre y poco grata que la rodeaba. Seriamente preocupada por las desigualdades sociales, su talante marcadamente rebelde asoma en sus primeros libros de poemas: La inquietud del rosal (1916), El dulce año (1918) e Irremediablemente (1919). Ocre (1925), poemario considerado su obra maestra en opinión de la crítica especializada, y que gira en torno al sentimiento de fracaso ante el amor y la vida, inicia su segunda etapa poética, caracterizada por el abandono de las formas poéticas modernistas y el acercamiento a una estética basada en el uso de elementos simbólicos: El mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938). Menos musical, y acaso menos intimista, marcada por la voluntad reflexiva y por el impacto de las nuevas vanguardias, la última etapa poética de Alfonsina Storni es una muestra de una inquietud creativa que busca renovarse constantemente. Poesía de una intensa humanidad, está siempre presente en ella el indignado sentir de la autora frente a la injusta situación de la mujer en una sociedad regida por hombres.