Elegía del marino, de Alí Chumacero | Poema

    Poema en español
    Elegía del marino

    Los cuerpos se recuerdan en el tuyo: 
    su delicia, su amor o sufrimiento. 
    Si noche fuera amar, ya tu mirada 
    en incesante oscuridad me anega. 
    Pasan las sombras, voces que a mi oído 
    dijeron lo que ahora resucitas, 
    y en tus labios los nombres nuevamente 
    vuelven a ser memoria de otros nombres. 
    El otoño, la rosa y las violetas 
    nacen de ti, movidos por un viento 
    cuyo origen viniera de otros labios 
    aún entre los míos. 
    Un aire triste arrastra las imágenes 
    que de tu cuerpo surgen 
    como hálito de una sepultura: 
    mármol y resplandor casi desiertos, 
    olvidada su danza entre la noche. 
    Mas el tiempo disipa nuestras sombras, 
    y habré de ser el hombre sin retorno, 
    amante de un cadáver en la memoria vivo. 
    Entonces te hallaré de nuevo en otros cuerpos. 

    • Los cuerpos se recuerdan en el tuyo: 
      su delicia, su amor o sufrimiento. 
      Si noche fuera amar, ya tu mirada 
      en incesante oscuridad me anega. 
      Pasan las sombras, voces que a mi oído 
      dijeron lo que ahora resucitas, 
      y en tus labios los nombres nuevamente 

    • Abro la puerta, vuelvo a la misericordia 
      de mi casa donde el rumor defiende 
      la penumbra y el hijo que no fue 
      sabe a naufragio, a ola o fervoroso lienzo 
      que en ácidos estíos 
      el rostro desvanece. Arcaico reposar 
      de dioses muertos llena las estancias,