La cuesta, de Álvaro Sarró | Poema

    Poema en español
    La cuesta

    El otro día, a la salida del curro, vi:
    un Mustang,
    rugiendo como una bestia,
    bajando la cuesta.

    Y a los cuarenta segundos:
    un cuatro latas,
    petardeando como una cafetera,
    subiendo la cuesta.

    Aquí se mezclan los días y las vueltas.
    Así que cualquier evento que se salga de lo previsto es muy de agradecer.

    • Almuerzo en un bar, junto al metro de Avenida de la Ilustración.
      Bocadillo de calamares, tercio de Mahou, puñado de torreznos y 1984.
      Entro a currar en hora y media.
      Tic tac, tic tac.
      Aquí dentro se está de lujo.

    • Al sexto cubata solía fantasear con:
      Cambiar su jotabé-cola por un acá-cuarentaysiete.
      Entrar en la pista central.
      Abrirse paso entre la multitud.
      - Entre los cavernícolas que se empujan como ciervos.
      - Entre las féminas de largas piernas y labios rojos.

    • Nunca me han apuntado a la cabeza con un arma.
      Ni he sacado a un familiar de un charco de vómitos.

      Nunca he sufrido privaciones materiales.
      Ni me he sentido abandonado por los míos.

      Nunca han intentado prenderme fuego.
      Ni me han rajado la cara con una botella.

    • El dolor de tripa.
      Las mismas trabas a la hora de narrar.
      Todo le suena pretencioso, envasado, artificial.
      Debe recuperar la furia de días pasados.
      Entonces, las historias brotaban como pus.
      Removían mentalidades.
      Eso es lo que trata de hacer.

    banner cuadrado de Audible
    banner horizontal de Audible