En el patio en que alza su azul la lavandera, un molino trabaja con tan loca alegría, que se abren las hojas cerradas de la higuera, se tornasola un pato y un pajarillo pía.
Acúsome de haber hecho por mi vida y por mi arte poca cosa de mi parte y que no estoy satisfecho. Porque si ardía en mi pecho hoguera de inspiración, ansia de dominación, no debí darme vagar... La corriente fue soñar