Ir al contenido principal

Navegación principal

  • Audiolibros en castellano
  • Autores
  • Canales de Youtube
  • +Info
Sobrescribir enlaces de ayuda a la navegación
  • Audiolibros en castellano
  • Charles Baudelaire
  • Al lector, de Charles Baudelaire | Poema

Al lector, de Charles Baudelaire | Poema

  • Poesía Recitada -Tomás Galindo-
  • Don Garfialo
  • PACO LITERATURA
  • Poema en español(solapa activa)
Poema en español
Al lector

La necedad, el error, el pecado, la tacañería, 
ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos, 
y alimentamos nuestros amables remordimientos, 
como los mendigos nutren su miseria. 

Nuestros pecados son testarudos, nuestros arrepentimientos cobardes; 
nos hacemos pagar largamente nuestras confesiones, 
y entramos alegremente en el camino cenagoso, 
creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas. 

Sobre la almohada del mal está Satán Trismegisto 
que mece largamente nuestro espíritu encantado, 
y el rico metal de nuestra voluntad 
está todo vaporizado por este sabio químico. 

¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven! 
A los objetos repugnantes les encontramos atractivos; 
cada día hacia el Infierno descendemos un paso, 
sin horror, a través de las tinieblas que hieden. 

Cual un libertino pobre que besa y muerde 
el seno martirizado de una vieja ramera, 
robamos, al pasar, un placer clandestino 
que exprimimos bien fuerte cual vieja naranja. 

Oprimido, hormigueante, como un millón de helmintos, 
en nuestros cerebros bulle un pueblo de Demonios, 
y, cuando respiramos, la Muerte a los pulmones 
desciende, río invisible, con sordas quejas. 

Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio, 
todavía no han bordado con sus placenteros diseños 
el canevás banal de nuestros tristes destinos, 
es porque nuestra alma, ¡ah! no es bastante osada. 

Pero, entre los chacales, las panteras, los podencos, 
los simios, los escorpiones, los gavilanes, las sierpes, 
los monstruos chillones, aullantes, gruñones, rampantes 
en la jaula infame de nuestros vicios, 

¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo! 
Si bien no produce grandes gestos, ni grandes gritos, 
haría complacido de la tierra un despojo 
y en un bostezo tragaríase el mundo: 

¡Es el Tedio! -los ojos preñados de involuntario llanto, 
sueña con patíbulos mientras fuma su pipa, 
tú conoces, lector, este monstruo delicado, 
-hipócrita lector, -mi semejante, -¡mi hermano!

Charles Baudelaire

Charles Baudelaire (París, 9 de abril de 1821 - 31 de agosto de 1867) fue poeta, traductor y crítico. Considerado el precursor del movimiento simbolista y de la poesía moderna, su vida estuvo marcada por una infancia difícil y por los excesos, lo que lo convirtió en un "poeta maldito". En 1857, tras la publicación de Las flores del mal, fue acusado por atentar contra la moral pública, por lo que seis de sus poemas no vieron la luz hasta 1949. Baudelaire es un genio de la literatura francesa, único en el dominio del ritmo y la forma, enfrentado y atraído durante toda su vida por lo divino y lo diabólico, por lo que sus poemas describen al ser humano más glorioso y más mísero a la vez. Algunas de sus obras son: Los salones (1845-1846), Los paraísos artificiales (1860), su única novela, La Fanfarlo (1847), sus diarios íntimos, Cohetes, y sus numerosas traducciones de la obra de Edgar Allan Poe.

  • Sed non satiata, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Extravagante deidad, oscura como las noches, 
    con perfume mezclado de almizcle y de habano, 
    obra de algún obi, el Fausto de la sabana, 
    hechicera con ijares de ébano, engendro de negras mediasnoches, 

  • El alma del vino, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Cantó una noche el alma del vino en las botellas: 
    «¡Hombre, elevo hacia ti, caro desesperado, 
    desde mi vítrea cárcel y mis lacres bermejos, 
    un cántico fraterno y colmado de luz!» 

  • El balcón, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Madre de los recuerdos, amante de las amantes, 
    ¡Oh, tú, todos mis placeres! ¡Oh tú, todos mis deberes! 
    Tú me recordarás la belleza de las caricias, 
    la dulzura del hogar y el encanto de las noches, 
    ¡Madre de los recuerdos, amante de las amantes! 

  • Las letanías de Satán, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Oh tú, el Ángel más bello y asimismo el más sabio 
    Dios privado de suerte y ayuno de alabanzas, 

    ¡Oh Satán, ten piedad de mi larga miseria! 

    Príncipe del exilio, a quien perjudicaron, 
    y que, vencido, aún te alzas con más fuerza, 

  • El albatros, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Por distraerse, a veces, suelen los marineros 
    dar caza a los albatros, grandes aves del mar, 
    que siguen, indolentes compañeros de viaje, 
    al navío surcando los amargos abismos. 

  • La Beatriz, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    En cenicientas tierras, sin verdor, calcinadas, 
    como yo me quejase a la Naturaleza, 
    y el puñal de mi mente, caminando al azar, 
    fuese afilando lento sobre mi corazón, 
    una gran nube oscura, de un temporal surgida, 
    que albergaba una tropa de viciosos demonios, 

  • A una mendiga pelirroja, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Blanca muchacha de los cabellos rojizos, 
    cuyo vestido por los agujeros 
    deja ver la pobreza 
    y la belleza, 

    para mí, poeta enclenque, 
    tu joven cuerpo enfermizo,
    lleno de pecas, 
    tiene su dulzura. 

  • Las joyas, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Ella estaba desnuda, y, sabiendo mis gustos, 
    sólo había conservado las sonoras alhajas 
    cuyas preseas le otorgan el aire vencedor 
    que las esclavas moras tienen en días fastos. 

  • Cargar más
banner cuadrado de Audible
banner horizontal de Audible

Pie de página

  • Privacidad
  • Apoyar