A salvo, de Charles Bukowski | Poema

    Poema en español
    A salvo

    la casa de al lado me pone 
    triste. 
    el hombre y la mujer se levantan temprano y 
    van a trabajar. 
    vuelven a casa por la tarde, temprano. 
    tienen un chico y una chica. 
    a las 9 pm todas las luces de la casa 
    están apagadas. 
    a la mañana siguiente el hombre y 
    la mujer se levantan temprano otra vez y van 
    a trabajar. 
    vuelven por la tarde, temprano. 
    a las 9 pm todas las luces están apagadas. 

    la casa de al lado me pone 
    triste. 
    esa gente es buena gente, 
    me gustan. 

    pero siento que se están ahogando. 
    y no puedo salvarlos. 

    están sobreviviendo. 
    no son mendigos. 

    pero el precio es terrible. 

    a veces durante el día 
    voy a mirar la casa 
    y la casa me mira a 
    mí 
    y la casa se pone 
    a llorar, sí, lo hace, yo 
    lo siento. 

    la casa está triste por la gente que vive 
    allí 
    y yo también 
    y nos miramos el uno al otro 
    y los coches suben y bajan por la 
    calle, 
    las barcos cruzan el puerto 
    y las altas palmeras se clavan 
    en el cielo 
    y esta noche a las 9 pm 
    las lucen se apagarán, 
    y no solamente en esta 
    casa 
    y no solamente en esta ciudad. 

    vidas a salvo ocultándose, 
    casi detenidas, 
    la respiración de los 
    cuerpos y poco 
    más.

    Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.

    • Gas, dijo él, ámame 
      bésame 
      besa mis labios 
      besa mi pelo 
      mis dedos 
      mis ojos, mi cerebro 
      hazme olvidar. 
      gas, dijo él, ámame 
      él tenia una habitación en el tercer piso 
      rechazado por una docena de mujeres 
      35 editores 

    • Sentado en un dormitorio oscuro con tres yonquis, 
      mujeres. 
      Hay bolsas de papel marrón con basura 
      por todas partes. 
      Es la una y media de la tarde. 
      Hablan de manicomios, 
      de hospitales. 
      Están esperando una dosis. 
      Ninguna de ellas trabaja. 

    • Inexplicablemente estamos solos 
      solos por siempre 
      y así es como debe ser, 
      nunca debió ser  
      de ninguna otra manera; 
      y cuando empiece la lucha de la muerte 
      lo último que quiero ver 
      es 
      un corro de rostros humanos  
      rondándome; 

    • Hay suficiente traición, odio, violencia y necedad en el ser humano corriente 
      como para abastecer cualquier ejercito o cualquier jornada. 
      Y los mejores asesinos son aquellos 
      que predican en su contra. 
      Y los que mejor odian son aquellos 
      que predican amor. 

    • Oh dios, tenía una tristeza espantosa, 
      aquella mujer estaba allí sentada y 
      me dijo 
      ¿es usted realmente Charles Bukowski? 
      y yo le dije 
              dejemos eso 
      no me encuentro bien 
      tengo una tremenda tristeza 
      y lo único que quiero es