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Una venturosa tropa de activos aventureros, después de allegar dineros, daba la vuelta hacia Europa.
Uno con menos vehemencia se afanó por juntar oro, buscando ansioso el tesoro que instrucción se llama y ciencia.
La extraña resolución reprueban sus camaradas, llamándole a carcajadas por mote, D. Excepción.
Como en casos semejantes sucederá al que así obre, él volvió instruido y pobre, ellos ricos e ignorantes.
dice un presencial testigo que aquella hueste opulenta en un buque por su cuenta su haber embarcó consigo.
Y que a gran proximidad del patrio y querido suelo, de nubes se cubre el cielo y ruge la tempestad.
Las olas embravecidas lanzan la nave a una roca y con fatiga no poca los hombres salvan sus vidas.
De aquel peligro en presencia dejan todo su tesoro, los que eran ricos en oro; nada el que era rico en ciencia.
Este encuéntrase al momento medios de vivir honrosos ellos por los vergonzosos hallan apenas sustento.
En época depravada por el culto del metal, presentar ejemplo tal se juzgará inocentada.
Pero en época ninguna es razón cifrar el bien en lo que el menor vaivén arrastra de la fortuna.
Y el que de ello está en edad formar procure en sí mismo un tesoro que al abismo, no lance la tempestad.