Una extraña ha venido a compartir mi cuarto en esta casa que anda mal de la cabeza, una muchacha loca como los pájaros
traba la puerta de la noche con sus brazos, sus plumas. Ceñida en la revuelta cama alucina con nubes penetrantes esta casa a prueba de cielos
hasta alucina con sus pasos este cuarto de pesadilla. libre como los muertos o cabalga los océanos imaginarios del pabellón de hombres.
Ha llegado posesa la que admite la alucinante luz a través del muro saltarín, posesa por los cielos
ella duerme en el canal estrecho, hasta camina el polvo hasta desvaría a gusto sobre las mesas del manicomio adelgazadas por mis lágrimas.
Y tomado por la luz de sus brazos, al fin, mi Dios, al fin puedo yo de verdad soportar la primera visión que incendia las estrellas.
Dylan Thomas (Swansea, Gales, 1914 - Nueva York, 1953). Poeta galés en lengua inglesa. Durante un tiempo trabajó como periodista para el South Wales Evening Post y durante la Segunda Guerra Mundial, como guionista para la BBC. Escribió también guiones radiofónicos y cinematográficos. Se dio a conocer como poeta con Dieciocho poemas (1934). Defendió sus concepciones estéticas en Retrato del artista cachorro. Murió en Nueva York el 9 de noviembre de 1953, sus últimas palabras fueron: "He bebido 18 vasos de whisky, creo que es todo un récord".
De los suspiros algo nace que no es la pena, porque la he abatido antes de la agonía; el espíritu crece olvida y llora: algo nace, se prueba y sabe bueno, todo no podía ser desilusión: tiene que haber, Dios sea loado, una certeza,
La losa decía a fecha de su muerte. Me detuve a la vista de sus dos apellidos. Una virgen casada reposaba. Se casó en este sitio invadido de lluvias que descubrí un buen día por azar, antes que en el regazo de mi madre oyera
Cuando de pronto los cerrojos del crepúsculo ya no encerraron el largo gusano de mi dedo ni maldijeron al mar enroscado en mi puño, la boca del tiempo sorbió como una esponja el ácido lechoso en cada gozne y se tragó los líquidos del pecho hasta secarlo.
Antes que llamara y la carne me abriese, que mis líquidas manos golpearan en el vientre, yo, que era entonces informe como el agua que formaba el Jordán junto a mi casa era hermano de la hija de Mnetha y hermana del gusano que gestaba la vida.