El muchacho eléctrico, de Eduardo Haro Ibars | Poema

    Poema en español
    El muchacho eléctrico

    Para Eugenio, Jaime y Fernando,
    en un albor de inventos sonoros. 

     
    ciertas formas de bar caliente diorama 
    siempre avanzamos en círculos polifonía estrecha 
    Madrid se estremece como un animalito 
    es agua Asesinado el Muchacho Eléctrico en cualquier parte 
    sólo queda lo gris lo submarino 
    infinitos gaseosos en torno al Bar Humano 
    bola contra bola de metal asesino 
    las glándulas generan 
    recuerdos como aquellos labios muertos Lotte Lenya 
    sonríe desde su viejo cliché 
    una estatua otra estatua y mil estatuas 
    o sombras o recuerdos luces y pulsaciones 
    de un astro en la ventana 
    y hay cuerpos muy calientes lo recuerdas 
    sin matriz así la mano blanda 
    se retuercen los pocos que están ahí copulan 
    mueren los ciegos en sus garitas transparentes 
    entrañas arrancadas y olor a niebla matinal sin sangre 
    bocas abiertas a las puertas de un solo 
    que no calienta más que mármoles 
    sus piernas milagro de leche y un libro abierto recuerda 
    él ya murió se lo dijimos es la cámara de torturas un lugar sombrío 
    junto al monte de Venus -verdad del rinoceronte 
    junglas de terciopelo- no no recuerdas nada 
    pero existe una línea directa tendrás pecho y vientre 
    crepúsculos de muchacho eléctrico una bandada de ojos oh qué lejos 
    nubes vendidas al mejor postor en los escaparates ciudadanos 
    es todo igual 
    y siempre habrá cerveza en tus cabellos