El tiempo olvida y después mata. No pregunta. Sólo continúa dejando tras de sí censuras imposibles de olvidar.
El pasado es una suma, una operación inconclusa mitad experiencia, mitad infusa. No preguntes por el protagonista, siempre responde con más preguntas.
El futuro es una resta finita. Deja huecos para más ternuras, llena frascos de ambición y cordura, los lanza a ciegas en la noche oscura. Estallido de efectos mariposa.
El tiempo se pierde o te gana, una aguja sin cuestionar.
Una vez quise ser bibliotecario para matar moscas en el trabajo, regañar a algún huérfano de libro, traslucir sinopsis de una máscara, adivinar la signatura pendiente.
Era mucho más fácil Lo más fácil era soltarlo todo y echar a volar, sin avisos, sin maletas, sin sombrero, sin alas, sin hambre de carnicero. Era marcharse a cualquier otro lugar inevitablemente dentro de este sitio.