Teoría de la visión profunda, de Franklin Mieses Burgos | Poema

    Poema en español
    Teoría de la visión profunda

    Las palabras son anclas 
    clavadas en el suelo, 
    pájaros mutilados 
    que tienen un viajero 
    corazón de nube; 
    pero así como el nardo 
    tiene llena por dentro 
    su vida de una oculta 
    claridad madrugada, 
    así las demás cosas 
    también puede que tengan 
    sus vidas de una misma 
    manera amanecidas. 

    No es posible una carne 
    sin sueños ni palabras, 
    sin angustia de voces, 
    sin corazón de lumbre 
    ni párpados de llanto. 

    Todo tiene, sin dudas, 
    que tener otra vida 
    por dentro de la cual 
    -y estremecida toda- 
    debe haber algún cielo 
    herido de canciones. 

    Es lógico pensar 
    que a espaldas de la luz 
    clara de las estrellas 
    ningún hombre ha podido 
    vislumbrar su camino 
    en la noche profunda, 
    y es que olvidamos siempre 
    -inexplicablemente- 
    que la piedra es la infancia 
    remota del silencio, 
    y que el agua no es más 
    que el discurrir del tiempo. 

    Únicamente vemos 
    lo externo de las cosas; 
    jamás nos incluimos 
    para escuchar la simple 
    verdad que se nos muestra 
    desnuda desde el suelo. 

    Si la rosa miramos, 
    no vemos que la rosa 
    es solamente un trino 
    de pétalos clavados 
    sobre la vertical 
    resignación de un tallo. 

    Nuestra visión se queda 
    tan sólo en los colores, 
    sin ver jamás el verde 
    color de las pisadas 
    del viento que retoza 
    desnudo entre las hojas.