Se ha perdido un hombre calvo, de ojos claros. Se ignora su nombre. Ya no tiene años. Confunde su vida con lo que ha inventado. Viste como todos. No es ni alto ni bajo. // Se ha perdido un hombre que salió buscando algo cuyo nombre ya se le ha olvidado. Si alguien se lo encuentra, diríjale al cuatro de Juan de Bilbao Donostia (España). Le estoy esperando
Era una casa grande, vacía, llena de ecos, con veinte ventanales abiertos hacia el mar. Y el mar sonaba triste contra el acantilado como el destino sueña y acaba por matar. Era una casa rara porque nada pasaba y siempre parecía que algo iba a pasar.
Las máquinas nos mascan con dientes igualitos y salen aeroplanos, gramolas, ascensores... ; del sudor y la sangre, un mundo limpio y nuevo. (Y a veces instantáneos palacios de luz loca donde los millonarios gastan todos sus ceros.)
Nosotros desapareceremos y las cosas-cosas subsistirán. A fin de cuentas, los sistemas atómicos de la silla en que me siento y de la copa en que bebo son más estables - es decir, más inmortales - que yo.
Cuando llueve, y reviso mis papeles, y acabo tirando todo al fuego: poemas incompletos, pagarés no pagados, cartas de amigos muertos, fotografías, besos guardados en un libro, renuncio al peso muerto de mi terco pasado,
Función de Uno - Equis - Ene: Uno es Ene menos alguien; Ene, el Uno colectivo; Equis, el orden sin nadie. Planteamiento en Uno Aparecer. Y gritar. Ser deslumbrante un momento. Quemarse en el entusiasmo. Y luego, escuchar el eco.