Nocturno, de Gabriela Mistral | Poema

    Poema en español
    Nocturno

    Padre Nuestro, que estás en los cielos, 
    ¡por qué te has olvidado de mí! 
    Te acordaste del fruto en febrero, 
    al llagarse su pulpa rubí. 
    ¡Llevo abierto también mi costado, 
    y no quieres mirar hacia mí! 

    Te acordaste del negro racimo, 
    y lo diste al lagar carmesí; 
    y aventaste las hojas del álamo, 
    con tu aliento, en el aire sutil. 
    ¡Y en el ancho lagar de la muerte 
    aun no quieres mi pecho oprimir! 

    Caminando vi abrir las violetas; 
    el falerno del viento bebí, 
    y he bajado, amarillos, mis párpados, 
    por no ver más enero ni abril. 

    Y he apretado la boca, anegada 
    de la estrofa que no he de exprimir. 
    ¡Has herido la nube de otoño 
    y quieres volverte hacia mí! 

    Me vendió el que besó mi mejilla; 
    me negó por la túnica ruin. 
    Yo en mis versos el rostro con sangre, 
    como Tú sobre el paño, le di, 
    y en mi noche del Huerto, me han sido 
    Juan cobarde y el Ángel hostil. 

    Ha venido el cansancio infinito 
    a clavarse en mis ojos, al fin: 
    el cansancio del día que muere 
    y el del alba que debe venir; 
    ¡el cansancio del cielo de estaño 
    y el cansancio del cielo de añil! 

    Ahora suelto la mártir sandalia 
    y las trenzas pidiendo dormir. 
    Y perdida en la noche, levanto 
    el clamor aprendido deTi: 
    ¡Padre Nuestro, que estás en los cielos, 
    por qué te has olvidado de mí!

    Gabriela Mistral nació en Vicuña, Chile, en 1889, y murió en Nueva York en 1957. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1945 y el Premio Nacional de Literatura en 1951. Publicó los poemarios Desolación (1922), Ternura (1924), Tala (1938) y Lagar (1954). Póstumamente aparecieron Poema de Chile (1967) y Almácigo (2016), entre otros. Fue también una ensayista y cronista cuya importancia es reivindicada cada vez más. En esa línea, Lumen ha publicado Niña errante (2010), su correspondencia con Doris Dana, y Caminando se siembra. Prosas inéditas (2013).

    • Que mi dedito lo cogió una almeja, 
      y que la almeja se cayó en la arena, 
      y que la arena se la tragó el mar. 
      Y que del mar la pescó un ballenero 
      y el ballenero llegó a Gibraltar; 
      y que en Gibraltar cantan pescadores: 
      -«Novedad de tierra sacamos del mar, 

    • Hay países que yo recuerdo 
      como recuerdo mis infancias. 
      Son países de mar o río, 
      de pastales, de vegas y aguas. 
      Aldea mía sobre el Ródano, 
      rendida en río y en cigarras; 
      Antilla en palmas verdi-negras 
      que a medio mar está y me llama; 

    • Doña Primavera 
      viste que es primor, 
      viste en limonero 
      y en naranjo en flor. 

      Lleva por sandalias 
      unas anchas hojas, 
      y por caravanas 
      unas fucsias rojas. 

      Salid a encontrarla 
      por esos caminos. 
      ¡Va loca de soles 
      y loca de trinos!