Booz canta su amor, de Gilberto Owen | Poema

    Poema en español
    Booz canta su amor

    Me he querido mentir que no te amo, 
    roja alegría incauta, sol sin freno 
    en la tarde que sólo tú detienes, 
    luz demorada sobre mi deshielo. 
    Por no apagar la brasa de tus labios 
    con un amor que darte no merezco, 
    por no echar sobre el alba de tus hombros 
    las horas que le restan a mi duelo. 
    Pero cómo negarte mis espigas 
    si las alzabas con tan puro gesto; 
    cómo temer tus años, si me dabas 
    toda mi juventud en mi deseo. 

    Quédate, amor adolescente, quédate. 
    Diez golondrinas saltan de tus dedos. 
    París cumple en tu rostro quince años. 
    Cómo brilla mi voz sobre tu pecho. 
    óyela hablarte de la luna, óyela 
    cantando lánguida por los senderos: 
    sus palabras más nimias tienen forma, 
    no le avergüenza ya decir 'te quiero'. 
    Me has untado de fósforo los brazos: 
    no los tienen más fuertes los mancebos. 
    Flores palúdicas en los estanques. 
    de mis ojos. El trópico en mis huesos. 
    Cien lugares comunes, amor cándido, 
    amoroso y porfiado amor primero. 

    Vámonos por las rutas de tus venas 
    y de mis venas. Vámonos fingiendo 
    que es la primera vez que estoy viviéndote. 
    Por la carne también se llega al cielo. 
    Hay pájaros que sueñan que son pájaros 
    y se despiertan ángeles. Hay sueños 
    de los que dos fantasmas se despiertan 
    a la virginidad de nuestros cuerpos. 
    Vámonos como siempre: Dafnis, Cloe. 
    Tiéndete bajo el pino más erecto, 
    una brizna de yerba entre los dientes. 
    No te muevas. Así. Fuera del tiempo. 

    Si cerrara los ojos, despertándome, 
    me encontraría, como siempre, muerto. 

    • Me he querido mentir que no te amo, 
      roja alegría incauta, sol sin freno 
      en la tarde que sólo tú detienes, 
      luz demorada sobre mi deshielo. 
      Por no apagar la brasa de tus labios 
      con un amor que darte no merezco, 
      por no echar sobre el alba de tus hombros 

    • Por el amor de una nube 
      De blanda piel me perdí 
      Duermo encadenado al cielo 
      Sin voz sin nombre sin ser 
      Sin ser voz suena mi nombre 
      Mas donde sueña no sé 
      Que se me enredó la oreja 
      Descifrando un caracol 
      Tras una reja de olas 

    • Espera, octubre. 
      No hables, voz. Abril disuelve apenas 
      la piel de las estatuas en espuma, 
      aún canta en flor el árbol de las venas, 
      y ya tu augurio a ras del mar, tu bruma 
      que sobre el gozo cuelga sus cadenas, 
      y tu clima de menta, en que se esfuma