El estío, cansado, inclina la cabeza
para verse surgir, amarillo, del lago.
Hago mi camino cansado y polvoriento
por las alamedas en penumbra.
El viento titubea y corre entre los álamos.
A mis espaldas, el cielo empieza a enrojecer.
Delante de mí tengo el miedo de la noche.
Y crepúsculo. Y muerte.
Hago mi camino cansado y polvoriento,
y detenida y dudosa queda tras de mí
la juventud, que baja su hermosa cabeza
y se niega a acompañarme.
Der müde Sommer senkt das Haupt
Und schaut sein falbes Bild im See.
Ich wandle müde und bestaubt
Im Schatten der Allee.
Durch Pappeln geht ein zager Wind,
Der Himmel hinter mir ist rot,
Und vor mir Abendängste sind
– Und Dämmerung – und Tod.
Ich wandle müde und bestaubt,
Und hinter mir bleibt zögernd stehn
Die Jugend, neigt das schöne Haupt
Und will nicht fürder mit mir gehen.