Huida de la juventud, de Hermann Hesse | Poema

    Poema en español
    Huida de la juventud

    El estío, cansado, inclina la cabeza 
    para verse surgir, amarillo, del lago. 
    Hago mi camino cansado y polvoriento 
    por las alamedas en penumbra. 

    El viento titubea y corre entre los álamos. 
    A mis espaldas, el cielo empieza a enrojecer. 
    Delante de mí tengo el miedo de la noche. 
    Y crepúsculo. Y muerte. 

    Hago mi camino cansado y polvoriento, 
    y detenida y dudosa queda tras de mí 
    la juventud, que baja su hermosa cabeza 
    y se niega a acompañarme.

    Jugendflucht

    Der müde Sommer senkt das Haupt 
    Und schaut sein falbes Bild im See. 
    Ich wandle müde und bestaubt 
    Im Schatten der Allee. 

    Durch Pappeln geht ein zager Wind, 
    Der Himmel hinter mir ist rot, 
    Und vor mir Abendängste sind 
    – Und Dämmerung – und Tod. 

    Ich wandle müde und bestaubt, 
    Und hinter mir bleibt zögernd stehn 
    Die Jugend, neigt das schöne Haupt 
    Und will nicht fürder mit mir gehen.

    Hermann Hesse (Calw, Alemania, 1877 – Montagnola, Suiza, 1962), novelista y poeta, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura de 1946. Su obra es una de las más traducidas y laureadas de la literatura alemana, especialmente popular entre el público joven. Las obras de Hesse están repletas de referencias a los temas que más le preocupaban: la dualidad del hombre, y la permanente división entre la espiritualidad y la expresión de su naturaleza. Entre sus obras emblemáticas se encuentran Siddhartha (1922) y El lobo estepario (1927). 

    • En ocasiones solemos coger la pluma 
      y escribimos sobre una hoja en blanco, 
      signos que dicen esto y aquello: todos los conocen, 
      es un juego que tiene sus reglas. 
      Si viniera, en cambio, algún salvaje o loco, 
      y, curioso observador, acercase sus ojos a 

    • Por la verde ronda de hojas ya se asoma 
      con temor infantil, y apenas mirar osa; 
      siente las ondas de luz que la cobijan, 
      y el azul incomprensible del cielo y del Verano. 
      Luz, viento y mariposas la cortejan; abre, 
      con la primera sonrisa, su ansioso corazón 

    • Para mí, el solitario, sólo para mí 
      brillan las innumerables estrellas de la noche, 
      la fuente de piedra susurra su mágica canción, 
      y sólo para mí, para mí, el solitario, 
      surcan las sombras coloreadas 
      igual que nubes que deambulasen como sueño sobre el paisaje. 

    • De noche lentamente 
      andan por el campo las parejas, 
      las mujeres sueltan su pelo, 
      cuenta su dinero el comerciante, 
      los ciudadanos leen con temor las novedades 
      en el diario de la tarde, 
      niños con los pequeños puños cerrados