El sol el sol su lumbre su afectuoso cuidado su coraje su gracia su olor caliente su alto en la mitad del día cayéndose y trepando por lo oscuro del cielo tambaleándose y de oro como un borracho puro.
Días de días noches temporadas para vivir así para morirse por favor por favor mano tendida lágrimas y limosnas y ayudas y favores y lástimas y dádivas.
Los muertos tironeando del corazón. La vida rechazando dándoles fuerte con el pie dándoles duro.
Todo crucificado y corrompido y podrido hasta el tuétano todo desvencijado impuro y a pedazos definitivamente fenecido esperando ya qué días de días.
Y el sol el sol su vuelo su celeste desidia su quehacer de amante de ocioso su pasión su amor inacabable su mirada amarilla cayendo y anegándose por lo puro del cielo como un borracho ardiente como un muerto encendido como un loco cegado en la mitad del día.
Como ando por la casa diciéndote querido con fervorosa voz con desesperación de que pobre palabra no alcance a acariciarte a sacrificar algo a dar por ti la vida querido a convocarte a hacer algo por esto
Si muriera esta noche si pudiera morir si me muriera si este coito feroz interminable peleado y sin clemencia abrazo sin piedad beso sin tregua alcanzara su colmo y se aflojara si ahora mismo si ahora
Cuando una boca suave boca dormida besa como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de los labios y los párpados caen colmados de deseo tan silenciosamente como consiente el aire, la piel con su sedosa tibieza pide noches y la boca besada
El sol el sol su lumbre su afectuoso cuidado su coraje su gracia su olor caliente su alto en la mitad del día cayéndose y trepando por lo oscuro del cielo tambaleándose y de oro como un borracho puro.