Invocación a la Osa Mayor, de Ingeborg Bachmann | Poema

    Poema en español
    Invocación a la Osa Mayor

    Osa Mayor, baja, hirsuta noche, 
    animal de piel de nubes con ojos viejos, 
    ojos de estrellas, 
    por la espesura irrumpen relucientes 
    tus patas con las garras, 
    garras de estrellas, 
    mantenemos despiertos los rebaños, 
    pero encantados por ti, desconfiamos 
    de tus flancos cansados y de tus dientes 
    agudos y semidescubiertos, 
    vieja osa. 

    Una piña: vuestro mundo. 
    Vosotros: sus escamas. 
    Yo la muevo, la hago rodar 
    desde los abetos del principio 
    hasta los abetos del final, 
    la resoplo, la pruebo en la boca 
    y la agarro con las zarpas. 

    Ya tengáis miedo o no lo tengáis, 
    pagad en la limosnera y dadle 
    al ciego una buena palabra, 
    para que sostenga a la osa de la correa. 
    Y sazonad bien los corderos. 

    Podría ser que esta osa 
    se soltara, no amenazara ya más 
    y corriera tras todas las piñas caídas 
    de los abetos grandes y alados 
    que cayeron del paraíso. 

    Concha García