He aquí que tú estás sola, de Jaime Sabines | Poema

    Poema en español
    He aquí que tú estás sola

    He aquí que tú estás sola y que estoy solo. 
    Haces tus cosas diariamente y piensas 
    y yo pienso y recuerdo y estoy solo. 
    A la misma hora nos recordamos algo 
    y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya 
    somos, y una locura celular nos recorre 
    y una sangre rebelde y sin cansancio. 
    Se me va a hacer llagas este cuerpo solo, 
    se me caerá la carne trozo a trozo. 
    Esto es lejía y muerte. 
    El corrosivo estar, el malestar 
    muriendo es nuestra muerte. 

    Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado 
    quién eres, dónde estás, cómo te llamas. 
    Yo soy sólo una parte, sólo un brazo, 
    una mitad apenas, sólo un brazo. 
    Te recuerdo en mi boca y en mis manos. 
    Con mi lengua y mis ojos y mis manos 
    te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne, 
    a siembra, a flor, hueles a amor, a ti, 
    hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí. 
    En mis labios te sé, te reconozco, 
    y giras y eres y miras incansable 
    y toda tú me suenas 
    dentro del corazón como mi sangre. 
    Te digo que estoy solo y que me faltas. 
    Nos faltamos, amor, y nos morimos 
    y nada haremos ya sino morirnos. 
    Esto lo sé, amor, esto sabemos. 
    Hoy y mañana, así, y cuando estemos 
    en nuestros brazos simples y cansados, 
    me faltarás, amor, nos faltaremos.