Uno es el hombre, de Jaime Sabines | Poema

    Poema en español
    Uno es el hombre

    Uno no sabe nada de esas cosas 
    que los poetas, los ciegos, las rameras, 
    llaman «misterio», temen y lamentan. 
    Uno nació desnudo, sucio, 
    en la humedad directa, 
    y no bebió metáforas de leche, 
    y no vivió sino en la tierra 
    (la tierra que es la tierra y es el cielo 
    como la rosa rosa pero piedra). 

    Uno apenas es una cosa cierta 
    que se deja vivir, morir apenas, 
    y olvida cada instante, de tal modo 
    que cada instante, nuevo, lo sorprenda. 

    Uno es algo que vive 
    algo que busca pero encuentra, 
    algo como hombre o como Dios o yerba 
    que en el duro saber lo de este mundo 
    halla el milagro en actitud primera. 

    Fácil el tiempo ya, fácil la muerte, 
    fácil y rigurosa y verdadera 
    toda intención que nos habita 
    y toda soledad que nos perpetra. 
    Aquí está todo, aquí. Y el corazón aprende 
    ─alegría y dolor─ toda presencia; 
    el corazón constante, equilibrado y bueno, 
    se vacía y se llena. 

    Uno es el hombre que anda por la tierra 
    y descubre la luz y dice: es buena, 
    la realiza en los ojos y la entrega 
    a la rama del árbol, al río, a la ciudad 
    al sueño, a la esperanza y a la espera. 

    Uno es el destino que penetra 
    la piel de Dios a veces, 
    y se confunde en todo y se dispersa. 

    Uno es el agua de la sed que tiene, 
    el silencio que calla nuestra lengua, 
    el pan, la sal, y la amorosa urgencia 
    de aire movido en cada célula. 

    Uno es el hombre ─lo han llamado hombre que 
    lo ve todo abierto, y calla, y entra.