Me has dado tu dulzura a borbotones en días desolados, me has regalado el beso y el saber secreto de tus labios, has sabido calmar entre tus dedos mi guerra y mi pasado e interpretar mis gestos de náufrago y ofrecerme tus brazos; has puesto espliego y laúdano en mis días y jengibre en mis noches, me has regalado sensatez, locura, justo medio y derroche, has abierto tu historia a mi designio y tu esfuerzo a mi goce y la melancolía de tus párpados a mi dolor de hombre. Por eso, aunque el futuro sea incierto como incierta es la lucha, aunque el tiempo cínicamente exhiba su condición de nutria y las procacidades alardeen de la desenvoltura con que han urdido inmemorablemente la historia, esa gran puta, lo que me has dado tú, pese a quien pese, que, es y será mío, y lo que yo te di, caiga quien caiga, tú lo llevas contigo, y tiene un nombre, que es amor, y hoy dejo constancia por escrito de lo hermoso que fue, profundo y tierno haberte conocido.
-Llaman a esto pecado los fanáticos. A esta explosión que lenta se alabea, a este sentir con cada poro, vibrar en cada vello, a este ser piel, a esta dulzura derramada en carne viva,
Me has dado tu dulzura a borbotones en días desolados, me has regalado el beso y el saber secreto de tus labios, has sabido calmar entre tus dedos mi guerra y mi pasado e interpretar mis gestos de náufrago y ofrecerme tus brazos;
Porque el silencio vive si la palabra calla y el olvido se extiende donde el amor deserta, y de las mordeduras gozosas o crueles sólo queda la huella que arrancan a las prensas.