No existe la censura: lo que existe es un Servicio de Información Bibliográfica para evitar posibles perjuicios económicos a los editores.
No hay gente que se muere de hambre: hay personas que sufren insuficiencias tróficas debidas a insuficiencias alimentarias.
No hay lucha de clases: hay tensiones sociales polarizadas en torno a desiguales repartos de la Renta Nacional.
No hay oposición episcopal: no se trata de quitar al obispo sino de modificar las estructuras jerárquicas que no son conscientes del compromiso con las líneas posconciliares.
No hay partidos políticos: hay articulación de contrastes de opiniones.
No hay subida de precios: hay revisión de tarifas.
No hay derecho de huelga: hay una manera de exteriorizar el conflicto directo.
No hay epidemia de cólera: hay brotes de diarreas estivales.
No se habla de amnistía, sino de condena de sanciones.
Si fueras una ola, serías mi juego favorito. Si me quisieras siempre, serías la plenitud. Si fueras una manera de hablar, serías el diálogo. Si lloraras inquieta, te buscaría y no te encontraría. Si fueras una puesta de sol, serías la más bella de todas.