Si fueras una ola, serías mi juego favorito.
Si me quisieras siempre, serías la plenitud.
Si fueras una manera de hablar, serías el diálogo.
Si lloraras inquieta, te buscaría y no te encontraría.
Si fueras una puesta de sol, serías la más bella de todas.
Si fueras un árbol, serías un cedro.
Si ostentases colores, serías blanca y roja.
Si fueras la nieve, pasarías más allá.
Si fueras una sustancia, serías el bálsamo.
Si fueras sustituida, serías la madera de una columna.
Si yo fuera un barco, te llevaría delante mismo de la proa.
Si no fueras una muchacha, serías una rosa silvestre.
Si fueras una estrella invisible, serías el mutuo amor.
Si me rodeases suavemente y te disolvieses, serías el rocío de la
noche que moja los árboles.
Si desfallecieras, serías un escudo roto.
Si fueras una flor, nunca te apagarías.
Si relampaguearas, serías talmente una piedra engastada del color
del flujo del mar.
Si te viese en cualquier lugar, te señalaría a ti.
Si fueras indiferente, serías el crepúsculo.
Si me mirases distraídamente, serías mi esperanza.
Tu presencia me parece la forma más placentera de la armonía misma.
Si la música se llenara de ti, brotaría un acorde grave y lastimero.
Si fueras un trébol, serías la llave de la aurora.
Si fueses la suavidad, serías el peso del agua.
Si fueras la tristeza, serías los días y el tiempo.
Si fueras un deseo, serías pasión desplomada.
Si fueras la luna, serías un ala.
Si fueras un reloj, serías un círculo profundo.
Si fueras el espacio, serías su mitad y su centro.
Si no fueras una estrella favorable, serías una roca que defiende un territorio.
Si te escondieras de mí para siempre, serías la noche circundante.
Si fueras un camino, serías la orilla del mar.
Si fueras un jardín, serías un astro de flores.
Si fueras un paisaje, serías un bosque que respira.
Si fueras un anillo, serías eternamente irrompible.
Si fueras sombra densa, serías un camino entre los astros diáfanos.
Si fueras una tarde, serías un día.
Si fueras un año, serías un siglo.
Si fueras un ruido, serías el ruido de unos pasos que resuenan oídos en secreto.
Si fueras un pedestal, serías una isla azulada.
Si el mundo fuese roto en pedazos, serías su silencio.
Si inclinaras más la frente, el corazón tintinearía claro.
Si suspiras, el tiempo que pasa se vuelve dulce.
Si te encaramas por el cielo, en la meditación te encuentro.
Si fueras una bolita, serías una sola gota de agua.
Vives en el sentido de la llama, no en el de la ceniza.
Si fueras un número, serías una cantidad inacabable.
Si mudaras de forma, serías una montaña oscura y agradable.
Si fueras el viento terral, dormirías sobre una cola de colores.
Si te conociera la lluvia, caería en el lugar que tú indicaras.
Si intentaras salvar a alguien, lo llenarías de espigas.
Si fueras una pared, te escudarían los árboles.
Si cayera la luz, serías la copa de cada día.
Cubrirías la juventud, si fueras la madrugada.
Si pasara el otoño, tú serías la primavera inminente.
Si fueras un color, serías la alegría del sol en un bancal de hierba.
Si fueras una voz, tendrías el color de un perfume.
Si fueras un perfume, tendrías la voz del color que te llevara.
Si fueras un cristal, apagarías los suspiros.
Si fueras un desierto, ondearías sin ningún límite.
Si eres una palabra, serías amarse
Si fueras un ídolo yo prepararía tu adoración en los santuarios.
Si fueras tibia claridad, te rodearías de rebaños.
Si fueras una gota de sangre, iluminarías.
Si el mundo de vida fuera todo soledad y caos, ya estarías destinada a manifestarte.
Si el mundo fuera una brumosa caverna, en ti convergerían infinitudes.
Tu eres el más bello reflejo de la Imagen primordial
Que allende los tiempos se multiplica inexpresable.