Amanecer, de Jorge Luis Borges | Poema

    Poema en español
    Amanecer

    En la honda noche universal 
    que apenas contradicen los faroles 
    una racha perdida 
    ha ofendido las calles taciturnas 
    como presentimiento tembloroso 
    del amanecer horrible que ronda 
    los arrabales desmantelados del mundo. 
    Curioso de la sombra 
    y acobardado por la amenaza del alba 
    reviví la tremenda conjetura 
    de Schopenhauer y de Berkeley 
    que declara que el mundo 
    es una actividad de la mente, 
    un sueño de las almas, 
    sin base ni propósito ni volumen. 
    Y ya que las ideas 
    no son eternas como el mármol 
    sino inmortales como un bosque o un río, 
    la doctrina anterior 
    asumió otra forma en el alba 
    y la superstición de esa hora 
    cuando la luz como una enredadera 
    va a implicar las paredes de la sombra, 
    doblegó mi razón 
    y trazó el capricho siguiente: 
    si están ajenas de sustancia las cosas 
    y si esta numerosa Buenos Aires 
    no es más que un sueño 
    que erigen en compartida magia las almas, 
    hay un instante 
    en que peligra desaforadamente su ser 
    y es el instante estremecido del alba, 
    cuando son pocos los que sueñan el mundo 
    y sólo algunos trasnochadores conservan, 
    cenicienta y apenas bosquejada, 
    la imagen de las calles 
    que definirán después con los otros. 
    ¡Hora en que el sueño pertinaz de la vida 
    corre peligro de quebranto 
    hora en que le sería fácil a Dios 
    matar del todo Su obra! 

    Pero de nuevo el mundo se ha salvado. 
    La luz discurre inventando sucios colores 
    y con algún remordimiento 
    de mi complicidad en el resurgimiento del día 
    solicito mi casa, 
    atónita y glacial en la luz blanca, 
    mientras un pájaro detiene mi silencio 
    y la noche gastada 
    se ha quedado en los ojos de los ciegos.

    Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899. Entre 1914 y 1921 vivió con su familia en Europa. A su regreso fundó las revistas Prisma y Proa, y publicó Fervor de Buenos Aires (1923) e Historia universal de la infamia (1935). Autor de poesía, cuento, ensayo y trabajos en colaboración, en las décadas siguientes su obra creció, fue traducida a más de veinticinco idiomas y alcanzó reconocimiento mundial. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, director de la Biblioteca Nacional, miembro de la Academia Argentina de Letras y profesor de la Universidad de Buenos Aires. Recibió importantes distinciones de gobiernos extranjeros, y el título de doctor honoris causa de las universidades de Columbia, Yale, Oxford, Michigan, Santiago de Chile, La Sorbona y Harvard. Obtuvo, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura (Argentina, 1956) y el Cervantes (España, 1979). Considerado uno de los más importantes escritores en lengua hispana de la historia de la literatura, murió en Ginebra el 14 de junio de 1986.