Aprendiendo, de Jorge Luis Borges | Poema

    Poema en español
    Aprendiendo

    Después de un tiempo, 
    uno aprende la sutil diferencia 
    entre sostener una mano y encadenar un alma, 
    y uno aprende que el amor no significa acostarse 
    y una compañía no significa seguridad, 
    y uno empieza a aprender… 

    Que los besos no son contratos 
    y los regalos no son promesas, 
    y uno empieza a aceptar sus derrotas 
    con la cabeza alta y los ojos abiertos, 
    y uno aprende a construir 
    todos sus caminos en el hoy, 
    porque el terreno de mañana 
    es demasiado inseguro para planes… 
    y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. 

    Y después de un tiempo 
    uno aprende que si es demasiado, 
    hasta el calor del sol quema. 
    Así que uno planta su propio jardín 
    y decora su propia alma, 
    en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. 

    Y uno aprende 
    que realmente puede aguantar, 
    que uno realmente es fuerte, 
    que uno realmente vale, 
    y uno aprende y aprende… 
    y con cada día uno aprende. 

    Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro 
    significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. 

    Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, 
    sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. 

    Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, 
    irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. 

    Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, 
    y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. 

    Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira 
    pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. 

    Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, 
    pero perdonar es sólo de almas grandes. 

    Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, 
    muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. 

    Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, 
    algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. 

    Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. 

    Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, 
    tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. 

    Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, 
    porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. 

    Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen 
    ocasionará que al final no sean como esperabas. 

    Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, 
    sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. 

    Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, 
    añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. 

    Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, 
    decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, 
    ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. 

    Pero desafortunadamente, 
    solo con el tiempo…

    Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899. Entre 1914 y 1921 vivió con su familia en Europa. A su regreso fundó las revistas Prisma y Proa, y publicó Fervor de Buenos Aires (1923) e Historia universal de la infamia (1935). Autor de poesía, cuento, ensayo y trabajos en colaboración, en las décadas siguientes su obra creció, fue traducida a más de veinticinco idiomas y alcanzó reconocimiento mundial. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, director de la Biblioteca Nacional, miembro de la Academia Argentina de Letras y profesor de la Universidad de Buenos Aires. Recibió importantes distinciones de gobiernos extranjeros, y el título de doctor honoris causa de las universidades de Columbia, Yale, Oxford, Michigan, Santiago de Chile, La Sorbona y Harvard. Obtuvo, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura (Argentina, 1956) y el Cervantes (España, 1979). Considerado uno de los más importantes escritores en lengua hispana de la historia de la literatura, murió en Ginebra el 14 de junio de 1986.