Y comenzaremos juntos un viaje hacia la aurora. Como dos fugitivos de la misma condena. Lo que ignoraba antes no he de callarlo ahora: No valías la pena.
Ya llegaba el otoño y ardía el mediodía. Sentí sed. Vi tu copa. Pensé que estaba llena, pero acerqué mis labios y la encontré vacía. No valías la pena.
Te di a guardar un sueño pero tú lo perdiste, o acaso abrí mis surcos en la llanura ajena. Es triste pero es cierto. Por ser tan cierto, es tan triste: No valías la pena.
Fuiste el amor furtivo que va de lecho en lecho, y el eslabón amable que es más que una cadena. Pero hoy puedo decirte, sin rencor ni despecho: No valías la pena.
Me alegre con tu risa; me apene por tu llanto, sin pensar que eras mala, ni creer que eras buena. Te canté en mis canciones, y, a pesar de mi canto. No valías la pena.
Me queda el desencanto del que enturbió una fuente o acaso el desaliento del que sembró en la arena. Pero yo no te culpo. Te digo simplemente: No valías la pena.
Un gran amor, un gran amor lejano es algo así como la enredadera que no quisiera florecer en vano y sigue floreciendo aunque no quiera. Un gran amor se nos acaba un día y es tristemente igual a un pozo seco, pues ya no tiene el agua que tenía
Tal vez guardes mi libro en alguna gaveta, sin que nadie descubra qué relata su historia, pues serán simplemente, los versos de un poeta, tras arrancar la página de la dedicatoria...
Yo he vivido mi vida: si fue larga o fue corta, si fue alegre o fue triste, ya casi no me importa. Y aquí estoy, esperando. No sé bien lo que espero, si el amor o la muerte, -lo que pase primero.
Un hijo... ¿Tú sabes, tu sientes que es eso? ver nacer la vida del fondo de un beso, por un inefable milagro de amor; Un beso que llene la cuna vacía, y que ingenuamente nos mire y sonría: un beso hecho flor...
Amigo: sé que existes, pero ignoro tu nombre. No lo he sabido nunca ni lo quiero saber. Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre, que es el único modo de hablar de una mujer. Esa mujer es tuya, pero también es mía.
Espero tu sonrisa y espero tu fragancia por encima de todo, del tiempo y la distancia. Yo no sé desde dónde, hacia dónde, ni cuándo regresarás... sé sólo que te estaré esperando.