Todavía te busco, mujer que busco en vano, mujer que tantas veces cruzaste mi sendero, sin alcanzarte nunca cuando extendí la mano y sin que me escucharas cuando dije: «te quiero...»
Nadie vino a esperarme. Yo me encogí de hombros y me eché a andar: Soy un hombre de paso, simplemente; soy simplemente un hombre que llega y que se va.
Árbol, buen árbol, que tras la borrasca te erguiste en desnudez y desaliento, sobre una gran alfombra de hojarasca que removía indiferente el viento...
Amamos porque sí, sencillamente porque sí, sin saberlo, como cuando la espiga se levanta, como la lluvia cuando está cayendo, como el viento que pasa y no lo sabe y sin embargo, pasa y es el viento.
Yo he vivido mi vida: si fue larga o fue corta, si fue alegre o fue triste, ya casi no me importa. Y aquí estoy, esperando. No sé bien lo que espero, si el amor o la muerte, -lo que pase primero.
Un hijo... ¿Tú sabes, tu sientes que es eso? ver nacer la vida del fondo de un beso, por un inefable milagro de amor; Un beso que llene la cuna vacía, y que ingenuamente nos mire y sonría: un beso hecho flor...