— Portera; toda vez que ya es el cuarto para mí, quiero que me diga usté qué vecinos hay aquí; porque no debo ignorar entre qué clase de gente vivo. — Pues voy á empezar por el más bajo. — Corriente. — Verá usted. Un tal García, pariente de Calomarde, dicen que tuvo una tía llamada Petra Velaide, la cual estuvo dos años siendo hermana de un banquero en la calle de los Caños número nueve, tercero; y este señor, á su vez, tuvo un primo general que falleció en Aranjuez de un divieso catarral. Pues bien; su niña mayor que era sumamente fea, se casó con el señor vizconde de la Polea, y ambos felices vivieron en Pozuelo de Alarcon hasta que se dividieron yo no sé por qué razón; el caso es que se fué al Norte la esposa con un francés y el otro vino á la corte veintidós meses después, y aquí vivió con su hijastro Juan Morales, que era alférez del batallón de Barbastro y novio de Lola Pérez, la cual obsequió á Morales (yó no sé por qué motivos) con tres hijos naturales como tres becerros vivos, y el mayor, que es don Antonio, se unió con doña Consuelo, y ahí tiene usté el matrimonio que vive en el entresuelo. —(¡Por vida de la mujer!) — En el principal un tal... —Basta; renuncio á saber quién vive en el principal; pues si á ese paso queremos recorrer todo el camino, ¡cuando al segundo lleguemos ya se ha mudado el vecino!
Florecilla silvestre en tu corola el color azulado de la amapola, esparciendo en el campo gratos olores, sobre el verde alimento de los pastores; tú que ocupas vivienda tan ventilada, sin que ningún casero te pida nada;
— Portera; toda vez que ya es el cuarto para mí, quiero que me diga usté qué vecinos hay aquí; porque no debo ignorar entre qué clase de gente vivo. — Pues voy á empezar por el más bajo. — Corriente. — Verá usted. Un tal García,
A l venir de Castrofuerte 4 Madrid á establecerte, me preguntas, caro Arturo, por su clima, y te aseguro que no se qué responderte; pues aunque nunca he salido de l a villa coronada, su clima no he comprendido y á deducir he venido