Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino que yo voy. Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol... y un camino virgen Dios.
Deshaced ese verso. Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía.
Ser en la vida romero, romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos. Ser en la vida romero, sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo. Ser en la vida romero, romero..., sólo romero. Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
Tu estabas dormida como el agua que duerme en la alberca... y yo llegué a ti como llega hasta el agua que duerme la piedra. Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste como en ondas el agua que duerme se quiebra cuando llega
He llegado al final... ¿Quién me ha traído hasta aquí... y por qué me han traído hasta aquí? Yo no quería cantar... Y ahora parece que este era solo mi destino: cantar, rezar, gritar, llorar, blasfemar... Y con una voz de publicano,