Ya que no puedo ser libre
agrandaré mis prisiones.
Cambiaré los tristes muros
por alegres horizontes.
No pisaré ningún suelo
sino abismos de la noche.
Techos que a mí me cobijen
cielos serán los mejores.
Aquí tengo tu ausencia
a pesar de la noche,
casi te tengo a ti,
vacía de sombra,
hueca de oscuridad,
recorriendo translúcida
mis tinieblas de olvido.
En esa fría comarca
escucho tu silencio
profundo como herida,
laberinto labrado
en un cielo de música.
Así te tengo clara,
porque nada en el mundo
puede ocupar tu sitio.
Hoy mi tiempo sin ti
cubre tu transparencia
acaricia tu forma
el agudo vacío
de tu silencio. Lloro.