¡El infierno está aquí! El otro no me asusta. Empero, el purgatorio mi corazón disgusta. De él me han hablado mucho y su nombre funesto en mi corazón débil ha encontrado su puesto. Cuando la ola de días va agostando mi flor,
¡El infierno está aquí! El otro no me asusta. Empero, el purgatorio mi corazón disgusta. De él me han hablado mucho y su nombre funesto en mi corazón débil ha encontrado su puesto. Cuando la ola de días va agostando mi flor,
Soy la plegaria que cruza este mundo donde nada es mío: soy la paloma en el cielo, amor, por donde te voy buscando. Rozando la ruta fecunda, espigando la vida a cada paso, he ganado los dos flancos del mundo, Pendiente del soplo divino.