El hombre que resiste, de María Sanz | Poema

    Poema en español
    El hombre que resiste

    El hombre que resiste 
    es menos infeliz, acusa poco 
    la llegada del mal a sus dominios, 
    ignorando si hay viento 
    de levante o poniente, 
    o si en sus tentaciones 
    ha crecido la hierba. 
    Cuántas veces el cuerpo está llagado 
    hasta el punto de ansiar la sepultura. 
    Pero nada termina 
    por derrotar al hombre 
    que ha visto su victoria ya de lejos, 
    aunque apenas le queden 
    fuerzas para arrancarla al enemigo. 
    Cuántas veces la débil naturaleza sirve 
    de escudo atemperado 
    contra alguna supuesta rebeldía. 
    Pero aquél que resiste llega a vivir del todo, 
    enraizado en la oculta verdad que le define. 

    • Son seres grises, 
      inequívocamente masculinos, 
      que lo mismo me envían 
      algún ramo de rosas 
      con cuatro plenilunios de retraso, 
      que intentan sorprenderme 
      al llegar en su lata 
      (léase coche) último modelo 
      donde se sienten mágicos. 

    • Nadie te ha dado nada, tú lo sabes. 
      Y lo entiendes mejor cada mañana 
      cuando abres tu vacío a los primeros 
      rayos del sol. Entonces agradeces 
      tener por toda herencia tus sentidos 
      para ese instante alado de gorriones 
      que te hace despertar, para ese aroma 

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