¿Quién creó al mundo? ¿Quién hizo al cisne, y al oso negro? ¿Quién dio forma al saltamontes? Me refiero a este saltamontes, el que acaba de saltar en la hierba, el que ahora come azúcar de mi mano, el que mueve las fauces de atrás para adelante y no de arriba abajo, el que mira a su alrededor con enormes ojos complicados. Ahora levanta una de sus patas y se lava la cara cuidadosamente. Ahora de pronto abre sus alas y se va flotando. Yo no sé con certeza lo que es una oración. Sin embargo sé prestar atención y sé cómo caer sobre la hierba, cómo arrodillarme en la hierba, cómo ser bendita y perezosa, cómo andar por el campo, que es lo que llevo haciendo todo el día. Dime, ¿qué más debería haber hecho? ¿No es verdad que todo al final se muere, y tan pronto? Dime, ¿qué piensas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida?
¿Quién creó al mundo? ¿Quién hizo al cisne, y al oso negro? ¿Quién dio forma al saltamontes? Me refiero a este saltamontes, el que acaba de saltar en la hierba, el que ahora come azúcar de mi mano,
No tienes que ser buena. No tienes que atravesar el desierto de rodillas, arrepintiéndote. Solo tienes que dejar que ese delicado animal que es tu cuerpo ame lo que ama. Cuéntame tu desesperación y te contaré la mía. Mientras tanto, el mundo sigue.
Un día por fin supiste lo que tenías que hacer, y lo empezaste, aunque a tu alrededor algunas voces insistían en gritar malos consejos... aunque toda la casa se puso a temblar y sentiste el viejo tirón en los tobillos.