Antes del odio, de Miguel Hernández | Poema

    Poema en español
    Antes del odio

    Beso soy, sombra con sombra. 
    Beso, dolor con dolor, 
    por haberme enamorado, 
    corazón sin corazón, 
    de las cosas, del aliento, 
    sin sombras de la creación. 
    Sed con agua en la distancia, 
    pero sed alrededor. 
    Corazón en una copa 
    donde me lo bebo yo 
    y no se lo bebe nadie, 
    nadie sabe su sabor. 
    Odio, vida: ¡cuánto odio 
    sólo por amor! 

    No es posible acariciarte 
    con las manos que me dio 
    el fuego de más deseo, 
    el ansia de más ardor. 

    Varias alas, varios vuelos 
    abaten en ellas hoy 
    hierros que cercan las venas 
    y las muerden con rencor. 
    Por amor, vida, abatido, 
    pájaro sin remisión. 
    Sólo por amor odiado, 
    sólo por amor. 

    Amor, tu bóveda arriba 
    y yo abajo siempre, amor, 
    sin otra luz que estas ansias, 
    sin otra iluminación. 
    Mírame aquí encadenado, 
    escupido, sin calor 
    a los pies de la tiniebla 
    más súbita, más feroz, 
    comiendo pan y cuchillo 
    como buen trabajador 
    y a veces cuchillo sólo, 
    sólo por amor. 

    Todo lo que significa 
    golondrinas, ascensión, 
    claridad, anchura, aire, 
    decidido espacio, sol, 
    horizonte aleteante, 
    sepultado en un rincón. 
    Espesura, mar, desierto, 
    sangre, monte rodador, 
    libertades de mi alma 
    clamorosas de pasión, 
    desfilando por mi cuerpo, 
    donde no se quedan, no, 
    pero donde se despliegan, 
    sólo por amor. 

    Porque dentro de la triste 
    guirnalda del eslabón, 
    del sabor a carcelero 
    constante y a paredón, 
    y a precipicio en acecho, 
    alto, alegre, libre soy. 
    Alto, alegre, libre, libre, 
    sólo por amor. 

    No, no hay cárcel para el hombre. 
    No podrán atarme, no. 
    Este mundo de cadenas 
    me es pequeño y exterior. 
    ¿Quién encierra una sonrisa? 
    ¿Quién amuralla una voz? 
    A lo lejos tú, más sola 
    que la muerte, la una y yo. 
    A lo lejos tú, sintiendo 
    en tus brazos mi prisión, 
    en tus brazos donde late 
    la libertad de los dos. 
    Libre soy, siénteme libre. 
    Sólo por amor.