El cosmonauta, sin saberlo, arruina el negocio del mito de Dios sentado atento y fijo en un butacón inmenso.
¿Qué se han hecho los Tronos y Potencias? ¿Dónde están los Castigos y Obediencias? ¿Y san Crescencio y san Bitongo? ¿Y san Cirilo Zangandongo? ¿Y el fumazo del incienso??Y la fulígine de la mirra? ¿Y las estrellitas pegadas al cristal ahumado nocturno? ¿Y los arcángeles y los ángeles, y los serafines y los querubines, y las Dominaciones en sus escuadrones y las vírgenes, y todos los demás animales afines?
El alma vuela y vuela buscándote a lo lejos, Rosa tú, melancólica rosa de mi recuerdo. Cuando la madrugada va el campo humedeciendo, y el día es como un niño que despierta en el cielo, Rosa tú, melancólica, ojos de sombra llenos,
Cuando me veo y toco yo, Juan sin Nada no más ayer, y hoy Juan con Todo, y hoy con todo, vuelvo los ojos, miro, me veo y toco y me pregunto cómo ha podido ser.
La tarde abandonada gime deshecha en lluvia. Del cielo caen recuerdos y entran por la ventana. Duros suspiros rotos, quimeras lastimadas. Lentamente va viniendo tu cuerpo. Llegan tus manos en su órbita de aguardiente de caña;
... ¿Puedes venderme el aire que pasa entre tus dedos y te golpea la cara y te despeina? ¿Tal vez podrías venderme cinco pesos de viento, o más, quizás venderme una tormenta? ¿Acaso el aire fino me venderías, el aire (no todo) que recorre