Puedes, de Nicolás Guillén | Poema

    Poema en español
    Puedes

    ... ¿Puedes venderme el aire que pasa entre tus dedos 
    y te golpea la cara y te despeina? 
    ¿Tal vez podrías venderme cinco pesos de viento, 
    o más, quizás venderme una tormenta? 
    ¿Acaso el aire fino 
    me venderías, el aire 
    (no todo) que recorre 
    en tu jardín corolas y corolas, 
    en tu jardín para los pájaros, 
    diez pesos de aire fino? 

    El aire gira y pasa 
    en una mariposa. 
    Nadie lo tiene, nadie. 

    ¿Puedes venderme cielo, 
    el cielo azul a veces, 
    o gris también a veces, 
    una parcela de tu cielo, 
    el que compraste, piensas tú, con los árboles 
    de tu huerto, como quien compra el techo con la casa? 
    ¿Puedes venderme un dólar 
    de cielo, dos kilómetros 
    de cielo, un trozo, el que tú puedas, 
    de tu cielo? 

    El cielo está en las nubes. 
    Altas las nubes pasan. 
    Nadie las tiene, nadie. 

    ¿Puedes venderme lluvia, el agua 
    que te ha dado tus lágrimas y te moja la lengua? 
    ¿Puedes venderme un dólar de agua 
    de manantial, una nube preñada, 
    crespa y suave como una cordera, 
    o bien agua llovida en la montaña, 
    o el agua de los charcos 
    abandonados a los perros, 
    o una legua de mar, tal vez un lago, 
    cien dólares de lago? 

    El agua cae, rueda. 
    El agua rueda, pasa. 
    Nadie la tiene, nadie. 

    ¿Puedes venderme tierra, la profunda 
    noche de las raíces; dientes 
    de dinosaurios y la cal 
    dispersa de lejanos esqueletos? 
    ¿Puedes venderme selvas ya sepultadas, aves muertas, 
    peces de piedra, azufre 
    de los volcanes, mil millones de años 
    en espiral subiendo? ¿Puedes 
    venderme tierra, puedes 
    venderme tierra, puedes? 

    La tierra tuya es mía. 
    Todos los pies la pisan. 
    Nadie la tiene, nadie.