Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan; siempre me matan, me matan, siempre me matan.
Ayer vi a un hombre mirando, mirando el sol que salía; ayer vi a un hombre mirando, mirando el sol que salía: el hombre estaba muy serio porque el hombre no veía. Ay, los ciegos viven sin ver cuando sale el sol, cuando sale el sol, ¡cuando sale el sol!
Ayer vi a un niño jugando a que mataba a otro niño; ayer vi a un niño jugando a que mataba a otro niño: hay niños que se parecen a los hombres trabajando. ¡Quién le dirá cuando crezcan que los hombres no son niños, que no lo son, que no lo son, que no lo son!
Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan; siempre me matan, me matan, ¡siempre me matan!
Yoruba soy, lloro en yoruba lucumí. Como soy un yoruba de Cuba, quiero que hasta Cuba suba mi llanto yoruba, que suba el alegre llanto yoruba que sale de mí.
Quisiera hacer un verso que tuviera ritmo de Primavera; que fuera como una fina mariposa rara, como una mariposa que volara sobre tu vida, y cándida y ligera revolara sobre tu cuerpo cálido de cálida palmera
A veces tengo ganas de ser un cursi para decir: La amo a usted con locura. A veces tengo ganas de ser tonto para gritar: ¡La quiero tanto! A veces tengo ganas de ser un niño para llorar acurrucado en su seno. A veces tengo ganas de estar muerto
Cuando yo vine a este mundo, nadie me estaba esperando; así mi dolor profundo se me alivia caminando, pues cuando vine a este mundo, te digo, nadie me estaba esperando.