Una noche en el café Berlioz, de Óscar Hahn | Poema

    Poema en español
    Una noche en el café Berlioz

    Yo he visto su cara en otra parte le dije 
    cuando entró en el Café Berlioz 

    Soy de otra dimensión contestó sonriendo 
    y avanzó hacia el fondo del salón 

    Ella finge escribir en su mesa de mármol 
    pero me observa de reojo 

    Desde mi mesa veo su cuello desnudo 

    Como un aerolito cruzó mi mente 
    el rostro de Muriel mi amante muerta 

    Usted es zurda le dije acercándome 
    Hacemos la pareja perfecta 

    Tomé su lápiz y escribí “te amo” 
    con mi mano derecha en la servilleta 

    Rey del lugar común respondió sin mirarme 
    mientras le echaba azúcar al té 

    Me ha clavado una estaca en el corazón 
    Me ha lanzado una bala de plata 
    Me ha ahorcado con una trenza de ajo 

    Volví confundido a mi mesa 
    con la cola de diablo entre las piernas 

    En este punto las sombras de los clientes 
    pagaron y se fueron del Café Berlioz 

    Váyanse espíritus les dije furioso 
    agitando mi paraguas chamuscado 

    ¿Hay alguna Muriel aquí? 
    gritó la mesera desde el umbral 

    Cuando ella caminó hacia la puerta 
    vi que tenía una rosa en la mano 

    Por favor tráiganme la cuenta 
    que ya está por salir el sol 

    La lluvia penetra por los agujeros de mi memoria 

    Muriel Muriel 
    ¿por qué me has abandonado?