La lluvia no dice nada, de Pedro Miguel Obligado | Poema

    Poema en español
    La lluvia no dice nada

    Mientras muere el día, 
    llueve. 
    Es un agonía 
    breve. 
    La ciudad se queda abrumada 
    con la tristeza de la hora. 
    La lluvia no dice nada, 
    y llora. 

    Ciérranse puertas y vidrieras, 
    huye la gente 
    como de un mal, por las aceras; 
    y un hombre mira, indiferente. 

    La lluvia parece cansada 
    cual un rosal que se desflora; 
    no dice nada, nada, nada, 
    y llora... 

    Viene mandada por el río, 
    soltando besos de frescura, 
    deshace en gotas el envío, 
    para que alcance su ternura. 
    Pero al sentirse rechazada, 
    se vuelve un poco más sonora: 
    Va a hablar... y, al fin, no dice nada, 
    y llora... 

    La lluvia tiene algo de loca: 
    gime un recuerdo de canción; 
    todo la irrita, en todo choca 
    su vagorosa obstinación. 
    Ve la ciudad atormentada, 
    y la campiña verde añora; 
    no dice nada, 
    y llora... 

    ¿Mira en el pueblo tanta pena, 
    que no hace más que lagrimear? 
    ¿O forma un lienzo de tan buena, 
    porque nos quiere consolar? 
    ¿Es que se sabe desdeñada, 
    y que su inútil fin deplora? 
    No dice nada, nada, nada, 
    y llora... 

    Sobre el muerto día, 
    llueve 
    una melodía 
    leve. 
    La ciudad se queda encantada 
    bajo una luz que se evapora... 
    La lluvia no dice nada, 
    y llora...