A Federico García Lorca, de Rafael Alberti | Poema

    Poema en español
    A Federico García Lorca

    Sal tú, bebiendo campos y ciudades, 
    en largo ciervo de agua convertido, 
    hacia el mar de las albas claridades, 
    del martín-pescador mecido nido; 

    que yo saldré a esperarte, amortecido, 
    hecho junco, a las altas soledades, 
    herido por el aire y requerido 
    por tu voz, sola entre las tempestades. 

    Deja que escriba, débil junco frío, 
    mi nombre en esas aguas corredoras, 
    que el viento llama, solitario, río. 

    Disuelto ya en tu nieve el nombre mío, 
    vuélvete a tus montañas trepadoras, 
    ciervo de espuma, rey del monterío.

    Rafael Alberti nació en 1902 en Puerto de Santa María, Cádiz. Publicó su primer libro de versos en 1925, Marinero en tierra, que Juan Ramón Jiménez prologó con una fraternal carta. En ella, Juan Ramón se confesaba compatriota de Alberti "por tierra, mar y cielo del oeste andaluz". Andalucía es la materia prima de su primer libro, con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura. El paisaje de la bahía de Cádiz, la tierra y el cielo andaluces y recuerdos de la infancia alimentan La amante (Canciones), publicado en 1926, asumiendo la apariencia de un manual de geografía lírica. Algunos críticos consideran tres fases en su obra: la primera de una raíz popular, fresca, graciosa y ágil; la segunda, un retorno a la tradición culta bajo el influjo de Góngora; y por último, un estilo en el que el humor es casi amargura, con innovaciones surrealistas y un depurado intelectualismo. A partir de 1931, sin pretenderlo, su obra cobra un cariz político. En 1976 regresa a España y es elegido al año siguiente diputado por Cádiz del Partido Comunista, cargo al que renunciaría para dedicarse a su obra. Recibió el Premio Cervantes en 1983. Falleció en Puerto de Santa María, Cádiz, en 1999.