Tú apareces, tú te desnudas, tú entras en la luz, tú despiertas los colores, tú coronas las aguas, tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor, tú rematas la más cegadora de las orillas, tú predices si el mundo seguirá va a caer, tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava, tú reinas en el centro de esta conflagración y del primero al séptimo día tu cuerpo es un arrogante palacio donde vive el temblor.
Lleguemos a un acuerdo, poema. Ya no te forzaré a decir lo que no quieres ni tú te resistirás tanto a lo que deseo. Hemos forcejeado mucho. ¿Para qué este empeño en hacerte a mi imagen cuando sabes cosas que no sospecho? Líbrate ya de mí.
Tú apareces, tú te desnudas, tú entras en la luz, tú despiertas los colores, tú coronas las aguas, tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor, tú rematas la más cegadora de las orillas, tú predices si el mundo seguirá va a caer,