Mirad los locos, altos como ramas, de Rafael Morales | Poema

    Poema en español
    Mirad los locos, altos como ramas

    Mirad los locos, altos como ramas, 
    llenos de inmensidad y poderío; 
    mirad los altos cual soberbias llamas, 
    amenazando al cielo con su brío. 

    Como harapos ardientes y violentos 
    esparcen sus delirios y su anhelo. 
    Vedlos chocar su pecho con los vientos, 
    pobres guiñapos locos junto al cielo. 

    ¡Ay, qué locura de abrasado vino 
    arde en su honda y más profunda vena! 
    y van raudos, tenaces, sin destino, 
    hijos del cielo, ciegos en la arena. 

    Fantasmas de la nada y del coraje, 
    dioses heridos, bellos, desgarrados, 
    que llenan de pavor todo el paisaje 
    con aullidos tremendos y abrasados. 

    Otras veces tranquilos, misteriosos, 
    llenos de humilde pena y de grandeza, 
    se agolpan contra el suelo silenciosos 
    y reposan en tierra su cabeza. 

    Si acarician la tierra dulcemente, 
    sienten allá en su alma enamorada 
    una mujer que besa tiernamente 
    su pobre frente loca y desolada. 

    Cuando su seca, marchitada boca 
    acercan a la piedra, enamorados, 
    ¡qué soledad tremenda da la roca 
    a sus nobles sentidos desbordados! 

    ¡Ay, pobres locos del amor, de anhelo, 
    de la nada simiente y alimento, 
    mitad tierra sin nadie, mitad cielo, 
    carne de Dios en la mitad del viento!